En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
Desde un punto de vista histórico-lingüístico, gramática general es el nombre que recibe aquella gramática que se propone enunciar ciertos principios a que obedecen todas las lenguas y que ofrecen las explicación profunda de sus usos; se trata, pues, de definir el lenguaje del cual las lenguas particulares son casos particulares. Las gramáticas generales desplazan como modelo de toda gramática a la del latín, trascendiendo a toda lengua en particular.
La llamada Gramática de Port-Royal de 1660 (cuyo título original es Gramática general y razonada), escrita por Claude Lancelot en colaboración con Antoine Arnauld, es el primer ejemplo de este tipo de gramáticas. Explican Lancelot y Arnauld que, de acuerdo a lo reclamado por los filósofos, hay tres operaciones de nuestro espíritu: Concebir, Juzgar, Razonar. La primera de ellas “no es otra cosa que una simple mirada de nuestro espíritu sobre las cosas, sea de una manera puramente intelectual, como cuando yo digo conocer el ser, la duración, el pensamiento, Dios; sea con imágenes corporales, como cuando imagino un cuadrado, un círculo, un perro, un caballo. Juzgar, entre tanto, es afirmar que una cosa que concebimos es o no es (…) Razonar es servirse de dos juicios para hacer un tercero: como cuando hemos juzgado que toda virtud es loable, que la paciencia es una virtud, por lo tanto concluimos que la paciencia es loable”.[1]
El ejemplo fue seguido por numerosos gramáticos, sobre todo del siglo XVIII, pues se pensaba que el aprendizaje de las lenguas debía estar fundado en una gramática general que lo llevase más allá de la memorización y el hábito; además hace referencia a un tipo particular de estudio gramatical que hace de la totalidad de las lenguas su principal objeto de estudio.